martes, 6 de septiembre de 2016

Gerundio de posterioridad


Con respecto al gerundio de posterioridad cabe matizar que es correcto su uso cuando se sobreentiende una relación causal, consecutiva o concesiva con respecto a la frase principal. La Nueva Gramática de la lengua española de la RAE nos da dos buenos ejemplos:

(1) Los cartagineses lo atacaron, obligándole a refugiarse en una torre, a la que luego le prendieron fuego.
(2) Alba se la arrebató de la mano de un zarpazo y la lanzó contra la pared, haciéndola añicos.

La RAE también nos habla de que gracias a que el gerundio tiene la capacidad de unirse al verbo sin necesidad de un nexo, este puede añadir una segunda idea a la del verbo principal, por lo que «es inevitable la posterioridad».

(3) Abandonó la reunión quedándose con las ganas de haber intervenido.

(4) La rica anciana murió dejándoles toda su fortuna a sus gatos.

jueves, 4 de agosto de 2016

Usos incorrectos del gerundio 1


Empecemos a ver ahora los usos incorrectos del gerundio, empezando con el de posterioridad. 

Como vimos hace tiempo aquí y aquí sobre el tiempo de la acción del gerundio, este solo puede usarse para expresar acciones inmediatamente anteriores o simultáneas a la acción principal. Por lo tanto, usarlo con sentido de posterioridad es incorrecto:

Pedro Ramírez nació en 1979, estudiando Historia y graduándose en 2005.
Pedro Ramírez nació en 1979, estudió Historia y se graduó en 2005.

Tuvo un accidente de tráfico, siendo trasladado al hospital.
Tuvo un accidente de tráfico y fue trasladado al hospital.

Un desconocido prendió fuego a un vehículo, resultando calcinados también otros tres.
Un desconocido prendió fuego a un vehículo y resultaron calcinados también otros tres.

Los animales se escaparon del zoo, siendo capturados al día siguiente.
Los animales se escaparon del zoo y fueron capturados al día siguiente.

Sin embargo, el gerundio de posterioridad se admite únicamente «cuando las dos acciones son tan inmediatas que prácticamente se entienden como simultáneas» [...] «y cuando el gerundio indica la consecuencia de lo expresado en el verbo principal» (Fundéu), pero debemos tener cuidado y fijarnos en que únicamente sean esos dos casos:

Se cayó por las escaleras, golpeándose en la cabeza. 
La lluvias torrenciales han continuado hoy, obligando a los lugareños a achicar agua desde por la mañana.

jueves, 9 de junio de 2016

Los puntos suspensivos



El uso principal de los puntos suspensivos es el de indicar vacilaciones, pausas e interrupciones en oraciones o discursos y expresar duda, temor, vacilación o suspense; asimismo, también se usan cuando queremos dejar una frase sin terminar.

(1) No sé qué hacer… ¿Voy o no voy?
(2) A quien madruga… Ya sabes, así que levántate ya.
(3) Me gustaría saber si… No sé… ¿Te gustaría ir al cine conmigo?

Si queremos que el personaje de una historia insinúe un taco:

(4) ¡Vete a la m…!
(5) ¡Eres un hijo de…!

También pueden usarse con el mismo sentido que la palabra etcétera en enumeraciones abiertas:

(6) Me gusta leer, pintar, ver la tele, pasear…

OJO. Es mejor no combinarlos con etcétera. Se considera que resulta redundante:

(7) Me gusta leer, pintar, ver la tele, pasear, etc.…

Los puntos suspensivos pueden combinarse con otros signos de puntuación, como la coma, el punto y coma, los dos puntos y los cierres de interrogación y exclamación. Pero nunca se deja espacio de separación:

(8) Cuando termine de arreglar el freno, los faros, la palanca de cambios…, tendrás tu coche en condiciones.

Los situaremos delante de los signos de cierre de interrogación o de exclamación si la frase está inacabada:

(9) ¿Por qué has…? Eres un egoísta, solamente piensas en ti.

En cambio, si está completo, hay que escribirlos detrás y sin espacio de separación:

(10) Ya está aquí. ¿Se habrá acordado de comprar el queso?… Espero que sí.

Si lo que sigue a los puntos suspensivos sigue siendo la misma frase, debemos seguir con minúscula: 

(11) La verdad es que… no sé qué hacer.

En cambio, si la frase siguiente es distinta, hay que empezarla con mayúscula.

(12) Me quedé estupefacto… No podía creérmelo.

Su uso en un diálogo es cuando un personaje está hablando y otro lo interrumpe:

—¿A qué viene esto? No entiendo por qué…
—¡Deja ya de hacerte el tonto! Sí que lo sabes.

Regla de oro: los puntos suspensivos SOLO son tres. No son dos, cuatro, ni cinco, ni seis, ni veinte, como solemos ver en Internet. Los puntos suspensivos solo son tres.

martes, 31 de mayo de 2016

Sobre el verbo "informar"


Hablemos hoy de este verbo, que puede construirse de dos formas diferentes igualmente válidas: informar que e informar de que. 
Como siempre, solo tenemos que fijarnos en qué lado del Atlántico nos encontramos para saber cuál es la forma preferida en cada sitio. En América es mayoritaria la opción sin que, que se construye con complemento directo:
(1) Informó a su jefe que llegaría tarde
(2) Se lo informó a su jefe.
En España usamos ambas formas, aunque es mayoritaria informar de que y en la sustitución con pronombres es la única que solemos emplear:
(3) Informó a su jefe que renunciaba.
(4) Informó a su jefe de que renunciaba
(5) Informó a su jefe de ello.
Ocurre lo mismo con el verbo dudar:
(6) Siempre dudo de que los informativos de la televisión sean veraces.
(7) Nadie dudaba que él fuese el criminal.
Aunque a unos hablantes nos suene rara una forma u otra, solo tenemos que saber que formas son perfectamente válidas y que se usan indistintamente en todas las regiones del español, a pesar de que unas prefieran una frente a la otra. Es curioso que en mis clases de lengua en la universidad me dijeran que la única forma válida es informar de que. Sería por el egocentrismo de la madre patria...
Me he dado cuenta de algo al llevar este blog: de que las formas usadas en España no son las únicas correctas, no son la panacea universal del idioma; y de que el español de México (por nombrar un país latinoamericano) no es mejor ni peor que el de Chile. El español ocupa el segundo puesto en número de hablantes que lo tienen como lengua materna, con 427 millones de personas. Por eso es normal que haya rasgos del idioma que evolucionaran de formas muy dispares y lo que se considera “correcto” en un país puede que sea “incorrecto” en otro, incluso en diferentes regiones de un mismo país.
Ahí radica la diversidad de nuestro idioma. ¡Rompamos las barreras!

martes, 17 de mayo de 2016

Sobre la acentuación de ciertos tiempos en pasado


¿Qué tienen en común estos cuatro tiempos verbales? ¡Que nunca llevan tilde! 

Estas cuatro formas en pasado son palabras monosílabas, por lo que tienen que ajustarse a la regla de que los monosílabos no llevan tilde (excepto cuando se trata de la tilde diacrítica, que sirve para distinguir palabras que suenan igual, pero que tienen distinta función gramatical: de (preposición) y (verbo), mi (determinante posesivo) y (pronombre), tu (determinante posesivo) y tú (pronombre), se (pronombre) y sé (verbo), si (conjunción) y (adverbio), etcétera. 

Pero ¿esos verbos siempre se han escrito sin tilde? No, como indica el Instituto Cervantes en su «Museo de los horrores», hasta el año 1959 sí se acentuaban, que fue cuando se estableció que deberían seguir la norma general de acentuación. 

Así que recuerden que fue, fui, vio y dio ya no llevan tilde. 

Nota: A esta entrada podemos añadir el sustantivo fe, que tampoco lleva tilde por la misma razón que estos tiempos verbales.

lunes, 11 de abril de 2016

El gerundio de modo



Hola a todos. Seguimos viendo el gerundio después de esta semana de vacaciones que he tenido. 

Hoy veremos el gerundio de modo, que es el que nos indica la manera como se desarrolla la acción del verbo principal. Una forma sencilla de identificarlo es preguntándole «¿cómo?» al verbo. Si el gerundio nos responde, estará usando correctamente. Ejemplos:

(1) Se deshizo de la bicicleta tirándola por el acantilado. ¿Cómo se deshizo de la bicicleta? Tirándola por el acantilado.
(2) Voy a montar la estantería siguiendo las instrucc
iones. ¿Cómo voy a montar la estantería? Siguiendo las instrucciones.
(3) Volvió a casa tomando un taxi. ¿Cómo volvió a casa? Tomando un taxi.

(4) Salió de casa dando un portazo. ¿Cómo salió de casa? Dando un portazo.

lunes, 4 de abril de 2016

El gerundio


Ha llegado la hora de ver este coloso aparentemente indomable del español que a más de uno trae de cabeza. Trataremos sus usos por separado, para no escribir una entrada demasiado larga.

Pero, primero, recordemos qué es el gerundio: es una forma verbal no  personal que mayormente expresa simultaneidad o anterioridad de una acción secundaria con respecto a la acción del verbo principal. 

Empecemos con los gerundios más sencillos.

—Gerundio de simultaneidad. Este gerundio indica que una acción es simultánea a otra, es decir, que las dos acciones pasan al mismo tiempo:

(1) Cenó viendo la tele.
(2) Caminaba tarareando una canción.
(3) Hizo la tarea escuchando la radio.

Truco para saber si este gerundio está empleado correctamente: sustituyámoslo por una oración subordinada que empiece por mientras.

(4) Cenó mientras veía la tele.
(5) Caminaba mientras tarareaba una canción.
(6) Hizo la tarea mientras escuchaba la radio.

—Gerundio de anterioridad. Este gerundio describe una acción que es inmediatamente anterior a la del verbo principal:

(7) Levantando los brazos, dejó caer el arma al suelo.
(8) Calmándose un poco, volvió a dirigirse al público.

Truco para saber si está bien empleado el gerundio: sustituyan el gerundio por una oración que empiece con cuando. Por ejemplo:

(9) Cuando levantó el arma, la dejó caer al suelo.

(10) Cuando se hubo calmado un poco, volvió a dirigirse al público.