No les rechinan los dientes cada vez que ven cosas
como ✗l@s ✗niñ@s, ✗l@s ✗amig@s», ✗l@s ✗herman@s,
etc.?
Los que usan semejantes engendros escritos dicen
que el español es sexista y argumentan que cada vez que queramos englobar ambos
sexos y no discriminar, deberíamos escribir los niños y las niñas, los
amigos y las amigas, la asociación de padres y madres, los profesores y
las profesoras, etc., y que, para ahorrarnos tal engorrosa tarea de
repetir, escriben una @, que es como una a y una o juntas,
o incluso una x (será porque en matemáticas representa lo
desconocido...).
¿Por qué ocurre esto en español? Porque, al no
tener término neutro como otros idiomas europeos, tiene que conformarse con
algo que se llama término no marcado o no excluyente. Y ocurre que en
español el término no marcado ha sido siempre el masculino, el que
engloba a los demás. El femenino es el término marcado, porque es el único que
sirve para designar al sexo femenino.
Por lo tanto, lo más correcto para evitar las
dichosas repeticiones y esa innecesaria costumbre de explicitar siempre el
masculino y el femenino, es escribir en masculino plural SIEMPRE: los
niños, los amigos, los padres, los profesores, etc., pues el masculino es
el que abarca al femenino.
NUNCA, JAMÁS, NEVER EVER —permítanme las palabras en inglés—, hay que usar
la arroba con ese fin, pues no es un signo lingüístico, no es una letra. La RAE
dice que el uso de la arroba en estos casos da «[…] lugar a graves
inconsistencias, como ocurre en ✗Día del Niñ@, donde la contracción del solo
es válida para el masculino niño» y no para el femenino niña.
Al contrario que el inglés o el francés, el español
es uno de los pocos idiomas que se escriben tal cual como se pronuncian (o al
revés). Por lo tanto, si tenemos ese hecho en cuenta, nos encontramos con la
inconsistencia de las aberraciones l@s niñ@s y les niños, imposibles
de leer entonces. Seguramente, al leer cosas como esa, la tendencia será
leerlo como si estuviera en masculino: los niños.
Ay, mis
cruzadas personales...